Los godos:
Antiguo pueblo de Germania que desde el siglo III hasta el VI d.C. constituyó una importante potencia, coincidiendo con el periodo de crisis y desintegración del Imperio romano. El godo fue el primero de los pueblos germánicos en convertirse al cristianismo. De acuerdo con el historiador godo del siglo VI Jordanes, los godos procedían de la actual Suecia y cruzaron el mar Báltico hasta llegar a la cuenca del Vístula. Alrededor del siglo III d.C. ya se encontraban en el bajo Danubio, en torno al mar Negro. A lo largo de ese siglo los ejércitos godos asolaron Tracia, Dacia y las ciudades de Asia Menor y recorrieron la costa del Egeo. Tomaron y saquearon Atenas entre los años 267 y 268 y amenazaron la península Itálica. Las guerras entabladas entre los emperadores romanos y los gobernantes godos a lo largo de casi un siglo devastaron la región de los Balcanes y los territorios del noreste del Mediterráneo. Otras tribus se unieron a los godos y bajo el gran rey Ermanarico establecieron en el siglo IV un reino que se extendió desde el mar Báltico hasta el mar Negro.
Hacia el 370, a partir de las invasiones de los hunos, los godos se dividieron en dos ramas separadas. Los ostrogodos constituyeron un vasto reino al este del río Dniéster, en las tierras alrededor del mar Negro (lo que hoy es parte de la actual Ucrania y Bielorrusia). Los visigodos fueron los godos del occidente, cuyo dominio territorial se extendía desde el Dniéster hasta el Danubio.
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